Tal como se destaca en el artículo, tanto el cólico renal como la infección urinaria son patologías con cierta asociación al verano. La deshidratación típica de meses calurosos hace que la orina esté mas concentrada lo que favorece la precipitación de cristales que formarán futuras arenillas o piedras.
Además la humedad del bañador, junto con la comentada deshidratación, predispone a que las infecciones urinarias aparezcan con más frecuencia en esta época del año.

Una correcta hidratación y unos hábitos adecuados son las medidas preventivas básicas, que junto a un tratamiento precoz en caso de síntomas, ayudan a solucionar el problema de forma sencilla.

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